El gigante China Railway Construction Corporation (CRCC), uno de los grandes conglomerados chinos, que ya compró en España la constructora Aldesa a principios de 2020, ha notificado por carta a la cúpula de Duro Felguera su intención de entrar en el capital de la ingeniería asturiana, dentro del proceso abierto por la española para conseguir inversores. La cúpula de la compañía, encabezada por José María Orihuela, le contestó 50 días después dándole un plazo de dos semanas para presentar una oferta económica y un plan industrial.
La secuencia de hechos es la siguiente. El 22 de septiembre, China Railway Construction Corporation International (CRCC) le envió una carta de intenciones -primer paso habitual en estas operaciones- a Rosa Aza, presidenta de Duro Felguera. En la misiva, como se puede leer, el gigante chino muestra su intención de comprar una «parte mayoritaria» de la compañía para «acelerar el desarrollo y el crecimiento» de la firma en beneficio de las dos empresas y de Asturias, sede de la empresa.
El conglomerado chino explica a la cúpula de Duro Felguera que China Railway Construction es una de las grandes empresas del sector a nivel mundial, la número 54 en el ranking de la revista ‘Fortune’, y que está controlada por el Estado chino. La empresa se despide mostrándose dispuesta a venir a España a reunirse con las instituciones que sean necesarias para llevar a buen puerto la operación.
Duro Felguera pide a los chinos en su respuesta que incluya el ‘enterprise value’, en cuanto valora Duro Felguera, y el ‘equity value’, el dinero que está dispuesto a poner encima de la mesa
Tras la misiva, Duro Felguera deriva al conglomerado chino a Alantra, la consultora que ha contratado la firma asturiana para seleccionar a los posibles inversores y presentárselos a la Sepi. Tras el intercambio de algún correo electrónico en octubre, finalmente Alantra contesta a la carta de intenciones de los chinos el 12 de noviembre, 50 días después.
En la respuesta de Alantra, la consultora le enumera los datos que le requiere para seguir en el proceso. Una carta de tres páginas con once puntos en el que piden en el punto 7 que incluya el ‘enterprise value’, es decir, en cuanto valora Duro Felguera, y el ‘equity value’, es decir, el dinero que está dispuesto a poner encima de la mesa para comprar la empresa. Además, como se puede leer en la misiva, Alantra asegura que si le da una horquilla, la parte baja será considerada como la Carta de Interés.
Además, le pide a la empresa china que aclare cómo financiaría la operación y, en el punto cuatro, un plan estratégico para en caso de que la operación llegue a buen puerto. El tiempo que le dan a la firma china para aportar todos estos datos es de 15 días. Como se ve al final de la segunda página, le pide una respuesta «no más tarde del 27 de noviembre».
Los chinos responden: no tenemos tiempo
«Lo que es increíble de todo es que Orihuela les ha pedido todos estos datos en 15 días pero sin haberles dado a ellos datos económicos sobre la compañía», explican fuentes conocedoras de las negociaciones. «Sólo son públicos los datos del segundo trimestre, 114 millones de pérdidas, pero nada más». señalan.
La respuesta del conglomerado chino llegó el 27 de noviembre asegurando que seguía interesado en invertir en la compañía pero que no podía hacer una oferta porque no tenía materialmente tiempo para prepararla
La respuesta del conglomerado chino llegó el 27 de noviembre asegurando que seguía interesado en invertir en la compañía pero que no podía hacer una oferta porque no tenía materialmente tiempo para hacerla. A partir de ahí, Duro Felguera ha presentado cuatro posibles interesados en invertir en la empresa, según comunicó a la Comisión Nacional del Mercado (CNMV) en diciembre, aunque sus nombres no han trascendido: el dueño de Capital Energy, Jesús Martín Buezas, ha admitido que es uno de ellos, además de Ultramar Energy, Blas Herrero, empresario de los medios de comunicación dueño del Grupo Kiss, y el cuarto, TSK -ésta última según la Agencia EFE-. El gigante chino CRCC se habría quedado fuera.
Los cuatro están esperando a que la Sepi decida la fórmula para rescatar la empresa y tomar el control. Fuentes del sector aseguran que Moncloa no quiere que los chinos tomen una empresa estratégica como Duro Felguera, algo que viene avalado por las reticencias de la Unión Europea a las inversiones chinas.
En cualquier caso, el proceso de negociación de Duro Felguera con los chinos recuerda al de DSA Group, un grupo árabe que mostró interés en invertir en la empresa en abril. Como publicó este diario, desde la cúpula de la firma se torpedeó la negociación, dejando entrever que no querían que nadie entrara en el capital.
Fonte: Ok Diario